¡Hola! hoy voy a hacer un poco de trampa con el reto, me voy de senderismo durante dos días, así que no voy a poder actualizar las entradas, y por eso, voy a hacer unas cuantas en una para no quedarme atrasada con el reto. *Lucy precavida vale por dos*
Día 5. Un libro que sea pura magia.
Quiero elegir el libro de mi adolescencia por excelencia (además de Harry Potter):
El círculo de fuego de Mariane Curley.
Me lo he leído 2039807490282039'546372800 veces, me sabía el libro de memoria, pero es que me encantaba... estaba enamorada de la historia y de los personajes, y para mí se adapta a la perfección de la definición "pura magia".
Día 6. Un libro aburrido.
Este es el libro que más me ha aburrido en la vida: Grimpow de Rafael Ábalos.
Me lo regaló mi tío cuando era pequeña para un cumpleaños y nunca llegué a acabármelo, y fue tan mala la experiencia, tan, tan aburrida estaba de él, que ni siquiera hoy día tengo ganas de intentar retomarlo.
Día 7. Un libro que siempre recuerdas.
En este caso vais a permitirme que escoja un libro que no es literatura propiamente dicho, pero que prácticamente todos los días está en mi mente: El arte como destino de Amy Dempsey.
Lo vi rebajado por 9'95€ en una librería, y me enamoré perdidamente de él, fue amor a primera vista, la edición es espectacular y maravillosa, pero es que su interior... No tengo palabras. Une mis dos mayores placeres de la vida, el arte y viajar. Es el arte como destino, y de verdad que no pude resistirme a dejarlo allí. Me encanta viajar, y siempre tengo en mente sitios nuevos que me gustaría visitar, conocer... y este libro te muestra montones de obras de arte (en su amplia mayoría al aire libre) al rededor del mundo. ¡Es simplemente perfecto!
Día 8. Un libro que te costó encontrar.
Bueno pues este libro tampoco es literatura propiamente dicha (aunque esté clasificado como clásicos de la literatura en esta edición)... Pero un día en la universidad (en el primer curso) nos hablaron bastante de él y a mí me entró una curiosidad inmensa por leerlo a fondo, no lo encontraba en ninguna parte (por aquel entonces tampoco tenía Internet para poder buscarlo ni nada) y un día fui a los puestecillos de libros que a veces ponen en el centro de Málaga en el Paseo del Parque, fui a curiosear como hago siempre que los ponen, pero llevaba el título de ese libro tan deseado en la cabeza pensando: "hoy lo voy a encontrar, hoy lo voy a encontrar, hoy va a estar aquí" ¡Y ESTUVO! En una montaña de libros de ediciones descatalogadas... ahí estaba.
El cuaderno de notas de Leonardo Da Vinci.
Y bueno, doy por finalizada esta entrada, ¡espero no haberos abrumado con tanto libro de golpe!
¡Os deseo buenas lecturas!
¡Hasta pronto!