lunes, 10 de agosto de 2015

Seda. Alessandro Baricco.

Seda

Por Alessandro Baricco
Círculo de Lectores
154 páginas


Este es uno de esos libros que te estremecen, sobre todo al acabarlos. 

Es la tercera que vez que lo leo y tengo la impresión de que consigue transmitirme nuevas sensaciones conforme voy creciendo y viviendo. Su contenido es inmóvil y eterno, pero el mensaje se transforma a medida que lo hace el lector. Se hace más profundo si cabe.

El libro está dividido en 65 capítulos pero resultan extremadamente escuetos.

Se trata de un libro tan especial que temo no poder hacer una reseña que le haga justicia. 

El autor desprende a la novela de florituras o diálogos en demasía, al contrario, son extremadamente escasos; los personajes no parecen desarrollados en profundidad, exceptuando quizás al protagonista. Las descripciones son extremadamente precisas. Y de esta manera, trata de narrar la historia, sobre todo, una historia de sensaciones y emociones profundas. Trata de plasmar sentimientos complejos, que por otro lado, todo ser humano puede vivir en algún momento de su vida, a través de un lenguaje aparentemente sencillo pero cargado de un profundo simbolismo. El lector puede centrarse en todo ello y disfrutarlo sin que otros elementos lo perturben. 

Su lectura se hace pausada y enriquecedora. Las metáforas te llegan. La seda y su tacto infinito como la nada, la libertad y el retorno de las aves de colores, la mirada de unos ojos que no tienen sesgo oriental... Sería injusto afirmar que esto es una historia de amor puesto que Seda nos lleva mucho más allá. Es un libro de viajes, y de viajes al interior de uno mismo, un viaje de introspección y de evolución. Es una historia de aprendizaje y en cierto modo de aventuras. Aventuras espirituales o emocionales quizás, pero aventuras al fin y al cabo. 

Nuestro protagonista despertará a través de la historia. Hasta el momento, se encuentra como mero espectador de su vida, ni si quiera parece que tome sus propias decisiones, pero todo eso cambiará con un -casi- fortuito viaje a Japón. A partir de aquí, viviremos junto a él una exótica experiencia que acariciará nuestros sentidos.
"Ésta no es una novela. Ni siquiera un cuento. Ésta una historia. Empieza con un hombre que atraviesa el mundo, y acaba con un lago que permanece inmóvil, en una jornada de viento. El hombre se llama Hervé Joncour. El lago, no se sabe. Se podría decir que es una historia de amor. Pero si sólo fuera eso no habría valido la pena contarla. En ella están entremezclados deseos, y dolores, que se sabe muy bien lo que son, pero que no tienen un nombre que los designe. Y, en todo caso, ese nombre no es amor. (Esto es algo muy antiguo. Cuando no se tiene un nombre para decir las cosas, entonces se utilizan historias. Así funciona. Desde hace siglos.)" Alessandro Baricco.



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