Es curioso que estando en
China Rayuela me hable de China.
Me
lo recomendaron infinitas veces en España sin yo saber que mi siguiente destino
estaría aquí, y sin saber que Rayuela se vendría conmigo; tantos, tantos
kilómetros a mi lado. Y es que de eso va este libro ¿no?, de encuentros
fortuitos y mundos que se conectan.
En
un capítulo hablan sobe "algo primitivo" como la tortura que antes se
practicaba. Pero en esta China moderna yo todavía contemplo mucho de lo
primitivo.
Y
no, no me refiero a escupir o hurgarse la nariz. Hablo del nuevo primitivismo
chino, basado en lo sumamente materialista. Su nuevo Dios es el Dinero.
El
Dinero dios.
Comprar,
comprar, tener cosas, muchas cosas, mucha ropa, maquillaje, móviles caros,
coches caros, una casa grande, muy grande... todo y mucho, más y mejor que el
de al lado, para diferenciarte de ellos. Para mostrar que has ganado: Mira
qué feliz soy, tengo cosas. Cosas. Para mostrar que el Dinero dios te sonríe a ti
y no al resto. Pero sin que se note demasiado, no vayas a sobresalir del grupo.
La
nueva tortura china es que este dios no te muestre su beneficencia y tu no
tengas tantas cosas como el otro, que no puedas comprar, comprar muchas cosas,
mucha ropa, maquillaje, un móvil caro, un coche caro, o esa casa tan grande...
es una frustración profunda, es el puro fracaso vital... es la tortura (y estoy hablando completamente en serio cuando empelo términos como "frustración profunda" o "fracaso vital"). El
nuevo estilo de tortura que ahora se practica a gran escala.
Pero,
¿y qué pasa con el alma?, ¿dónde queda su contemplación?, ¿dónde queda su
cultivo?, ¿su crecimiento?
En
el reino del Dinero dios no hay cabida para eso, ni para la antigua cultura,
ancestral, tan aclamada, que estudiaba y valoraba la humanidad, y que ahora resuena a lo lejos, muy lejos... Tal vez
perdida, vagando entre los libros, entre todos esos que por otro lado, son tan
difíciles de conseguir aquí.
Pero
da igual, no me malinterpretéis, no quiero decir con esto que Occidente se
encuentre en un lugar superior, ni mucho menos, ¿acaso somos tan diferentes?
"Increíble cómo nos estamos empobreciendo todos"(1).
En
el mundo del Dinero dios cada vez somos más pobres.
(1) Cortázar J., Rayuela. Cátedra. pág. 190.
No hay comentarios:
Publicar un comentario